Orus
Villacorta
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En las
escaleras del purgatorio del rock guanaco algunos le conocen su faceta musical;
otros, como locutor, y otros, como el extrovertido personaje que cuenta
historias. Él es un “parcero” más, un loco llamado Felipe Szarruk.
Tips de Szarruk
Puedes escuchar a Felipe Szarruk todos los martes por la noche en el programa Subterránica, de Radio Femenina, a partir de las 8 de la noche.
La esposa
de Felipe se llama Celina, es licenciada en Comunicaciones. Su hija, Paula, es
la tercera descendencia de Szarruk, junto a Mateo y Tomás, que viven en
Colombia.
En
nuestro país Szarruk casi muere luego de ingerir un licor barato. Entró en coma
por 18 días.
El golpe
más duro en la vida de Szarruk ocurrió el año pasado, cuando su hermano
falleció en un trágico accidente de tránsito en la carretera de Comalapa.
La página
web de Felipe es “www.szarruk.com”
Recientemente
Szarruk grabó el disco “Don’t worry...be hippie”, del cual se puede encontrar
información en el sitio web de Felipe.
El 1.° de
mayo Felipe cumple 29 años.
Citas
Cuando mi hermano murió, mi vida se me acabó.
Me di cuenta de que yo también era mortal.”
Creo que
formo parte de esa Generación X, donde todos tenemos 30 años y no sabemos qué
hacer con nuestra vida.”
Desde
hace un par de años, un colombiano con nombre de personaje de Mafalda ha
llamado mucho la atención en nuestro país gracias al espacio radial que
mantiene en Radio Femenina.
Su nombre
es Felipe Szarruk, el de Subterránica; el mismo que hace un par de meses
propuso dar charlas a los policías con el fin de que sepan distinguir los tipos
de tatuajes existentes.
Los días
han pasado y a Szarruk no le han tomado la palabra, o quizás sí, pero no han
podido dar con este personaje errante de la farándula salvadoreña; el mismo que
cada martes expresa sin temores su filosofía roquera. La del salmón. La que va
contra la corriente...
Por los
azares del azar, la entrevista —escurridiza como una trucha— terminó pariendo
entre las mesas de un “heladas” y la música de los Doors al fondo.
Ahí
Szarruk expulsó sus demonios. Nos contó su historia, la misma que sólo puede
ser auditada por su conciencia, esa que, como todas las conciencias del mundo,
es de poco fiar...
¿Quién es
Szarruk?
“No tengo
idea. Como persona, sí sé quién soy, pero creo que formo parte de esa
Generación X, donde todos tenemos 30 años y no sabemos qué hacer con nuestra
vida.”
Quien lo
juzga sin conocerlo diría que Felipe es un adolescente “atascado en un momento
que no pudo dejar atrás”.
Bueno,
también U2 podría decir eso, pero lo cierto es que a los 15 años Szarruk
contrastaba con el “niño nerd” que había sido en su infancia.
Vivía en
Bogotá. Hacía un año que había abandonado su casa porque no se llevaba bien con
su padrastro. Estudiaba en el Colegio La Salle, que un año más tarde abandonó
por perseguir el popular “sueño americano”, un sueño que en Miami nunca
encontró.
“Mientras
en Colombia hablábamos de música y teatro, en Miami se hablaba de los 50
dólares que les costó el pantalón en cualquier fin de semana”, ejemplifica
Szarruk en referencia a su relación con los “gringos”.
Se
regresó a Colombia. “Ya estaba claro que lo que quería hacer era rock and
roll”, recuerda. “Además ya había comenzado a tener la mejor escuela que hay en
la vida, que es la de viajar”.
Llegaron
los años en los que estudió diseño industrial, música y teatro. Actuó en
telenovelas colombianas como “Fuego verde” y se enamoró de una actriz llamada
Valentina López, con la que tuvo su primer hijo.
A
mochilear...
Cuando Felipe terminó de estudiar teatro se fue de mochilero al Viejo Mundo para conocer varios países. “Después me fui a Israel en busca de la primera novia que tuve en mi vida, que era una judía preciosa llamada Katerin Kaplan. La encontré casada, ‘weon’”, recuerda.
Cuando Felipe terminó de estudiar teatro se fue de mochilero al Viejo Mundo para conocer varios países. “Después me fui a Israel en busca de la primera novia que tuve en mi vida, que era una judía preciosa llamada Katerin Kaplan. La encontré casada, ‘weon’”, recuerda.
Pero la
decepción no le bajó el ímpetu. Trabajó lavando platos y manejando tractores,
un trabajo en el que no duró mucho porque botó la fruta sagrada, la primera de
la cosecha.
“Luego
conocí a una danesa. Me enamoré de ella, pero le puse ‘los cachos’ con una
sueca. Me enamoré de la sueca y me fui a vivir con ella. Me ayudó a grabar una
canción en el estudio de Roxette, en Malmo, Suecia. La canción se llamaba
‘Danish girl’. Yo era el novio de la sueca y le grabé una canción a la
danesa... Gran pedo que tuve por eso”, cuenta Szarruk, entre nostalgias y
risas.
Para el
milenio, y en compañía de un amor sueco que pronto terminaría, regresó a
Colombia, donde formó una banda de rock llamada “The clup”, que “era un grupo
que tuvo éxito en Colombia, pero que por culpa de las ‘viejas’, que siempre se
ponen los cachos y hacen pelear a los amigos, se dañó”, explica Szarruk.
Era el
momento de volver a colgarse la mochila. Entonces el destino era México, pero
también el destino estaba devaluado y terminó en El Salvador.
“Mi mamá
estaba trabajando acá y me vine por unos días, antes de irme a México. Llegué
tres días antes del terremoto. Esa fue mi bienvenida”, explica.
Después
llegó la necesidad de dejar el ocio. “Como ya no vivía con mi mamá desde hace
tanto tiempo, tenía que buscar algo que hacer”, explica. Lo primero que hizo
fue llamar a Sony Music y fue entonces que descubrió que la industria musical
no se había desarrollado, un síntoma que poco a poco se fue multiplicando en
otros muchos aspectos.
Pero la
vida cambió y la vida se ganaba a través de lo que mejor sabe hacer: hablar sin
parar. “En Radio Cool me preguntaron: ‘¿Y usted es locutor?’. ‘Uhh... Claro que
sí’, dije, pero la verdad es que nunca había sido locutor”, confiesa, años
después.
En la
Cool conoció a Lissette —que ahora es su compañera en Subterránica—. Se enamoró
de ella. Pensó abandonar la idea de irse a México, pero la cosa no funcionó y
retomó el plan original. Sin embargo, El Salvador no quería soltarlo...
“Una
noche tenía un toque en La Luna. Llegué enojado con las radios y diciendo que
en este país las radios no valen nada. Y conocí a un señor que me puso atención
y me dijo que trabajaba en otra emisora. Resultó que ese señor era Don Paco
Monterrosa (dueño de Radio Femenina)”, cuenta el roquero.
Comenzó a
trabajar en la Radio 90.1, pero pronto emigró a la “Efe”, donde creó el
programa Subterránica, dedicado exclusivamente al rock nacional, que ha sido
una fuente de crecimiento mutuo.
Al día de
hoy, cada martes por la noche hay una fila de jóvenes que se toman la cabina de
Radio Femenina deseosos por expresarse.
Mientras
tanto, Felipe se ha casado, volvió a procrear y parece que ha comenzado a
desenterrar raíces, a nadar en el sentido del Salmón y a pensar en lo que
fueron sus planes originales...